Sacaliña: alicantinas o excusas para no hacer lo obligado
Sartones: son las larvas de las moscas que se alimentan del queso si no se
protege bien, tapándolos con queseras. La creencia popular es que los genera el
queso de forma espontanea.
Sampalesmo: dar sampalesmo a alguien es sinónimo de calentarle el organismo
a base de sosquines, sopullos, gallúos y similares…
Sandiez: este santo, pertenece al mismo santoral que sampalesmo, pero es
más desgraciado, pues siempre se invoca su nombre en situaciones ingratas
precedido del consabido cago’n…
Sape:
vocablo que se usa en voz alta para asustar al gato rafero que te arrambla el boquerón
Saquito: marca antigua de detergente en polvo que ha quedado como genérico de todas las
lavadoras de nuestro pueblo. Ocho de cada dos fabricantes de lavadoras
recomiendan el saquito.
Sebaura: mataura o borboja producida por el zapato nuevo mal probado
Seguío: ser mas seguío que un tonto, que se acaba el camino y sigue el
tonto, significa que se es muy morrúo y cansino.
Sesmo: camino
o vereda secundaria que conduce generalmente a algún cercado o finca.
Silicupiste: cilicupìste
Simbúscalo: capullo del insecto teresita con propiedades curativas: el portador
del simbúscalo está protegido contra el dolor de muelas. Para que surta efecto
debe encontrarse sin buscarlo y su poder se potencia si ha sido regalado.
¡Temblad, dentistas!
Sobaquillo: para tirar piedras de sobaquillo, debe agarrar la laja con la
mano, hacer un giro del brazo tieso hacia atrás, bascularlo hacia delante y
cuando haya realizado un recorrido pendular de 125º, abrir la mano, de modo que
la piedra saldrá impulsada, por inercia hacia delante, según las leyes de la
dinámica de Isaac Newton. Si no conoce a Newton, creo que le va a costar
trabajo lo del sobaquillo.
Socochar: sofreir. Cocinar alguna vianda tan someramente y con tan pocos
aditamentos que parece comida propia del segundo día de cagueta
Sogirao: torcido hacia un lado. Colocado fuera de su posición correcta o
habitual, daleao
Solivorcio: vasao grande de tinto, blanco o incluso mosto, que los
cortesanos beben con avidez o brutaña.
Sollo(estar o ponerse como un sollo): se emplea siempre de forma comparativa,
indicando que el cortesano que adopta
este fenotipo se ha puesto tan entrado en carnes que debería cotizar el iva de
dos contribuyentes, verías como se le
acababan los cuentos…, ¡hombre!
Sopeao:
variante de gazpacho que contiene abundantes sopones de pan migado, que sorben el
caldo y como es sabido es comida de cuchara, no como estos gazpachos finolis de
la modernidad, que son muy cursis. Un hombre recio come gazpacho majao y migao
como dios manda.
Sopullo: guantazo, sosquín contundente o gallúo a mala fe.
Sorbicón: se da un sorbicón cuando se recogen velas (de mocos) porque
estas cruzan de través el maxilar superior y amenazan con inundar el belfo alto. Creo que la coca
también va así.
Sortizo: aquello que debería formar bosque, piara, colección…pero se
encuentra aislado, está sortizo. No se suele emplear para los hijos únicos.
Sos: el
pronombre personal “os” se personaliza en nuestro pueblo como “sos”. Si alguien
sos dice: “queridos, sos voy a dar un sosquín”, el sólo se ha delatado:
cortesano con denominación de origen
Sosquin:
es un sopullo de baja intensidad, con intención menos lacerante que el gallúo o
el cotazo.
Sotorrañero: avispero que antaño caíamos de los aleros de los tejados con un
palo largo, por incordiar a las avispas.
Desde que se inventó el fogo, este deporte infantil ha venido muy a menos y mira
que era ameno…
Supuesto: se le dice al cortesano tan orgulloso y poseído de sí que se da
un postín que no le pertenece.